A finales de 2012, hicimos una «Llamada a proyecto» en el seno de nuestras cinco asociaciones, proponiendo una colaboración entre diseñadores, uno por asociación, para diseñar conjuntamente el logotipo de READ.

Finalmente, fueron cuatro los diseñadores participantes -David Abajo (EIDE, País Vasco), Daniel Caballero (DIP, Región de Murcia), David Pérez Medina (DIMAD, Madrid) y Fernando Sánchez (AAD, Andalucía)-, con la colaboración de Oyer Corazón como coordinador y relator y la asistencia de Gelo Álvarez (segundo presidente de READ tras Carlos San José) y Juan Francisco Abad (coordinador de proyectos en ese momento). En la Asamblea Anual de READ de marzo de 2013 los cinco protagonistas compartieron la experiencia para, inmediatamente, hacer público el resultado y empezar a usarlo.

Para entender el proyecto, en READ. Co-crear un logotipo, la presentación que hizo Oyer al poco de empezar; en «El Proceso de Co-Creación del logotipo de READ», los detalles que nos aportó, y en «La co-creación de un logotipo», un artículo en Foro Alfa abierto a comentarios de los lectores.
A continuación, lo que nos dejaron escrito los cuatro diseñadores al terminar la asamblea y, como colofón, un making of audiovisual ilustrativo.

#Fernando Sánchez
“Hace unos días, leía en un cartelito, en un bar del centro de Sevilla, que decía: “prohibido hablar de la cosa”… “La cosa…” eso de lo que se habla a todas horas y en todos sitios… “Hay que ver lo mala que esta la cosa” , “la cosa se está poniendo que vaya tela”, “la cosa esta muy negra.” La cosa, esta crisis terrible que da miedo hasta nombrar… Pues bien, en medio de esta “cosa” tan complicada que vivimos, donde en nuestro sector (como en tantos) ves colegas pasarlo realmente mal… estudios de diseño que cierran a pesar del talento que ha salido por sus puertas durante muchos años… aparece el proyecto READ. Y aparece como un soplo de aire fresquito, fresquito… aire nuevo en un entorno muy viciado. Fue precisamente de viaje a Madrid (adonde me dirijo ahora para la presentación del Logo) me llega el correo de la AAD en la que me comunica que participo por Andalucía en este proyecto. No se sí al principio pensé que era una patata caliente la que caía en mis manos pero uno, que es de carácter más bien ingenuo, se ilusionó. Intuía que estaba a punto de embarcarme en un proyecto diferente… y no me equivoqué. La ilusión de conocer a otros diseñadores de sitios tan dispares, algunos con nombres que a mi me sonaban de cuando empezaba en esto hace casi 20 años, y lo novedoso del planteamiento, eran argumentos más que importantes como para estar expectante y ansioso. Del proceso de trabajo imagino que os enterareis por otros cauces más cualificados que el mío pero si tuviera que resumir la experiencia como diseñador, (es decir, sintetizado, lo haría con una palabra: “aprendizaje”… La posibilidad de compartir proyecto con Daniel Caballero, David Pérez-Medina y David Abajo ha sido un privilegio. Porque he aprendido algo de cada uno… cosas que no están en los libros ni se enseñan en las escuelas ni en las facultades. Cosas, experiencias que difícilmente se podrían valorar o compensar económicamente… Ese ha sido mi pago… Y esto aún no ha terminado…
Sobre el trabajo diría que mi temor principal era que pudiésemos construir una especie de “frankestein”… un monstruo con cosas de cada uno. Nada más lejos… el proceso y el resultado ha sido fluido, difícil al principio pero mejorando a cada reunión… El fruto es sorprendente porque es un Logo con cosas de todos y al mismo tiempo de ninguno… Podrá gustar más o menos, pero no es “frankestein” sino más bien como una melodía hecha de notas diferentes pero armónica en su conjunto… viva, fresca y por desarrollar…
No puedo olvidar en todo este lío, bendito lío, a los coordinadores, Oyer Corazón, Juanfran Abad y Gelo Álvarez… ellos han sido (son) los directores de orquesta en esta composición a cuatro manos (ocho, según se mire, también de ellos aprendí esas cosas, de las esenciales, que como rezaba “el Principito”,  son invisible a los ojos.
Gracias a AAD, gracias a READ, gracias a todos, compañeros de viaje… Gracias.”

#David Pérez Medina
«¿Qué es esto de cocrear?
Trabajo en equipo con frecuencia. A veces me cuesta y otras no.
Estos equipos suelen ser multidisciplinares y funcionan bien cuando se basan en el respeto por cada uno de los integrantes del equipo y la confianza que tenemos en los conocimientos de cada uno en sus respectivas disciplinas.
Los equipos con afines a tu disciplina también deben basarse en el respeto, pero ya no precisan de la confianza en los conocimientos del otro, pues sabemos perfectamente de que habla. La complementariedad entre colegas no dejará nunca de hacer buenos equipos que sintonizan desde el primer momento, pero eso no es nada fácil de conseguir, pues hay que evitar los escollos que favorecen la asimetría en las capacidades de los componentes, los egos de algunos y las personalidades y caracteres de todos.
El caso que nos ocupa (¿cocrear lo llaman?) integraba muchos inconvenientes para posibilitar el trabajo en equipo, no nos conocíamos y no íbamos a vernos en ningún momento. Sin embargo, incorporaba un elemento, un hallazgo casual o no sé de quién, que lo diferenciaba absolutamente de todos los equipos de los que he formado parte. No había líder. Y esto es difícil, porque casi nunca lo hay, pero rápidamente se buscan o se encuentran. El hallazgo es que para preservar la ausencia de líder y garantizar una cocreación constructiva que sumara más que restara, se pensó desde el principio en un quinto integrante del equipo, en todo igual al resto, salvo en que no diseñaba. Era si un moderador, pero un moderador igual de cualificado que los integrantes del equipo que, sin diseñar estrictamente, facilitó enormemente avanzar sin pausa, recogiendo lo mejor de todas las aportaciones, adelantándose a los posibles puntos de conflicto y configurándose como un diseñador igual de responsable que los otros cuatro en el resultado final.
Esta experiencia tan positiva permite esbozar un método de trabajo en equipo, perfecto entre iguales, e iguales divergentes y difíciles como a veces parece llegamos a ser los diseñadores: establézcase un integrante del equipo, en todo clavado al resto, para que todos diseñen menos él. Este moderador cualificado sólo velara porque todos diseñen y diseñen bien.
Mi, nuestro, agradecimiento a Oyer y a todos los que han intuido o pensado esto.”

#David Abajo
El creador basa su particular hacer en que se tiene que enfrentarse inicialmente en un pliego en blanco, Siempre ocurre lo mismo sudores y  sudores que recorren nuestra frente  y, se pregunta otra vez lo mismo, por donde empiezo esto. Me voy a tomar un café a ver si se me ocurre algo y tengo la suerte de que se me caiga encima del papel  por lo menos  empezare con una mancha.
Bueno me confieso yo seguí el protocolo de creación inicial, me fui a tomar un café y provoque la mancha de café y a continuación creación de bocetos y más bocetos y comiéndome los sesos para dar con el crial, pero hete aquí, que en el 2º Hangout  con los compañeros que estábamos trabajando sobre el mismo tema y de enseñarnos lo que cada uno estaba  haciendo partiendo de reflexiones iniciales de por donde podía ir la nueva identidad de READ  y,  por supuesto defendiéndola con ahínco, en un repentino descuido, en este  2º Hangout alguien dice, compañeros  empecemos  ya pues a co-crear, matizar, cambiar, redibujar y marcar sobre el trabajo del otro. Empieza la Co-creación. Nuestra resistencia inicial a que otros emborronen sobre nuestra lamina impoluta  nos pilla por sorpresa,.. pero nuestros  recelos se convierten en colaboración y así empiezan a sugerir mas formas y el logo empieza a coger mas sustancia creativa en colaboración. Al final ya sabemos el resultado, dimos con lo que estábamos buscando, algo infinitamente mejor que la mancha de un café “Solo”.
Solo es un chascarrillo.

#Daniel Caballero
Co-crear para co-crecer.
Una cosa es colaborar, otra es cooperar y otra bien distinta, ahora lo sé, es co-crear.
Crear un logotipo. Elegir una forma, una tipografía, los colores adecuados, establecer unas proporciones, transmitir un mensaje… Todo esto es un proceso que los diseñadores conocemos bien pero que suele darse dentro de nuestro cerebro. Un diálogo encarnizado entre lo que podemos, lo que queremos, lo que quieren, lo que pensarán… Pero en la mayoría de los casos es, desafortunadamente, un proceso solitario.
Por eso, acostumbrado a esta soledad de corredor de fondo, la co-creación ha sido un descubrimiento y un cambio de paradigma en mi visión del diseño y del mundo. Parecerá exagerado y pomposo pero para los escépticos recomiendo co-crear para co-creer.
Tengo que reconocer que me involucré en este trabajo con ciertos prejuicios y expectativas más bien bajas. Cuatro diseñadores, cuatro visiones, cuatro egos… Esto solo podía salir mal. En el peor de los casos habría que contentar a todos y el resultado sería un pastiche. En el mejor de los casos esto se parecería más a un concurso interno, elegiríamos una de las cuatro propuestas diciendo luego que habíamos co-creado.
Pero desde el primer día todo fue fluido. La sinergia entre el equipo fue absoluta. Establecimos objetivos semanales y los cumplimos. Elaborábamos nuestro propio método de trabajo y las aportaciones de cada uno de nosotros enriquecían lo presentado la semana anterior. Para mí, tener reuniones, algunas de más de dos horas, hablando de formas, tipografía, colores y en torno a un mismo objetivo ha sido totalmente enriquecedor y re-educativo.
El diseño es patrimonio (a veces intangible). Con este proceso aportamos patrimonio a la READ. La nueva imagen de READ es el resultado de horas de trabajo en común, de diálogo entre diseñadores en un entorno virtual de videoconferencias y documentos compartidos en red. La imagen de READ no tiene una sola firma, un solo padre. Ha sido un proceso democrático y con la participación de todos los territorios implicados. Un ejemplo a seguir en los tiempos que vivimos.